Cultura
Una mirada al maravilloso archivo de Rudolf Amandus Philippi
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Por Avenida Vitacura, entre la Clínica Alemana y el Club Manquehue, está la entrada de la Liga Chileno-Alemana que alberga el Archivo Histórico Emilio Held Winkler. Ahí se encuentra parte importante del legado del naturalista y científico alemán Rudolf Philippi, reunido en su gran mayoría por su bisnieto Julio Philippi Izquierdo y donado por su tataranieto, el empresario y dirigente gremial Bruno Philippi Irarrázabal.
Rudolf Amandus Philippi Krumwiede nació en Alemania en 1808 y llegó a instalarse en Chile a finales de 1851. Desembarcó del bergatín Bonito en el puerto de Valparaíso y se trasladó a Valdivia, donde su hermano Bernardo estaba a cargo de la instalación de colonos alemanes. Amante del conocimiento, naturalista y científico, Rudolf dedicó su vida al estudio de la flora y fauna de nuestro país. Desarrolló, entre otros textos, un detallado estudio científico en el desierto de Atacama, donde fue enviado por el Estado de Chile antes de que fuera territorio nacional. Se tituló Viaje al desierto de Atacama, y fue una obra fundamental para el entendimiento de una de las regiones más áridas del planeta.
Philippi descubrió más de 1.400 especies: insectos, moluscos, crustáceos, aves, que ilustró en minuciosos dibujos a acuarela, algunos de los cuales se exponen en esta muestra. El científico y naturalista se insertó en la vida académica de la Universidad de Chile y en 1853 asumió como director del Museo Nacional de Historia Natural. Como tal fue el responsable de que la colección del museo, que hasta entonces ocupaba una sala de la Biblioteca Nacional, se trasladara a la Quinta Normal, para lo cual se construyó el edificio donde se encuentra hasta el día de hoy. También creó el jardín botánico aledaño. Durante su larga vida intercambió correspondencia con grandes nombres de la época como Alexander von Humboldt, Charles Darwin, Claudio Gay e Ignacio Domeyko.
El archivo
Daniela Casanova es bibliotecaria documentalista y directora de la Biblioteca y Archivo Histórico Emilio Held Winkler desde diciembre de 2021. Ella cuenta que Held Winkler (1898-1996) tenía un completo archivo en el subterráneo de su casa, con mucha documentación sobre la migración alemana principalmente en la zona de Llanquihue, de donde era originario. La Liga Chileno-Alemana, organización con 109 años de vida, se ofreció para recepcionar este material, pero en ese momento no disponían de un espacio físico.
El Club Manquehue entonces les entregó este espacio en comodato y la familia Von Appen donó la construcción del edificio que se concretó entre 1984 y 1985, en pos de resguardar el archivo que reúne textos, libros, fotografías, periódicos, estudios genealógicos, que documentan principalmente la historia de la colonización alemana en nuestro país.
Daniela es la encargada de generar una programación que tenga como perspectiva y objetivo el rescate histórico, explica. El año pasado, relata, recibió la visita de Paulina Oyarzún, descendiente de Rudolph Amandus Philippi, quien le comentó que este año se cumplirían los 120 años de la muerte de su ancestro y le planteó que con ocasión de esa efeméride se podía organizar una exposición con su obra. Daniela comenzó a darle vuelta a la idea y decidió aterrizarla.
Equipo curatorial y de archivo: Catalina García, Juan Pablo Soto, Daniela Casanova y Macarena Cortés.
Convocó a dos curadores, Macarena Cortés y Juan Pablo Soto, que habían montado una exposición previa en la Liga. “Tuve el feedback de ver cómo trabajaban y de conversar con ellos. Junto al comité de archivo decidimos que eran las personas apropiadas para hacerse cargo de la curaduría, investigación, museografía y montaje”.
Comenzaron trabajando en el verano. Luego de revisar todo el material de Philippi que había en el archivo, decidieron seguir tres ejes curatoriales: investigación, educación y sociopolítica. También acordaron visibilizar lo que implica el trabajo de clasificación que supone un archivo.
“Esta muestra no sólo trata sobre los documentos de Rudolf Philippi, sino también de relevar la historia del archivo y la importancia de resguardar material así. Para eso decidimos incluir la codificación en las imágenes de la muestra, a modo de ficha técnica. Un archivo crece en función de cómo uno va mostrando el trabajo”, enfatiza la bibliotecaria.
Otra determinación que tomaron en conjunto fue escoger las piezas de exposición también con criterio artístico. “Documentos científicos hay muchos, pero también decidimos seleccionar algunos que tengan color, que le dieran vida a las paredes”, dice, mostrando algunas de las láminas que muestran croquis con coloridas medusas a acuarela. Los curadores además propusieron poner unos códigos QR que derivan a sitios como Memoria chilena donde se puede encontrar información detallada de cada personaje.
Una parte de la exposición se montó sobre estructuras de madera emulando los gabinetes de curiosidades de los museos antiguos, explica Macarena Cortés, mientras atiende las tareas finales del montaje. “Los primeros museos los usaron para desplegar clasificaciones de botánica, zoología, etcétera. En este gabinete van algunos de los croquis de Philippi para que el público aprecie que sus dibujos eran muy pequeños y llenos de detalles. En la mesa de luz podrán examinarlos a escala real con lupas y en el muro encontrarán la versión digitalizada y ampliada de algunas de estas figuras. Buscamos contraponer estas dos escalas que demuestran lo minucioso que fue él con sus estudios”.
Correspondencia y camaradería
Nada más sublime que el estudio de la naturaleza es el nombre de la muestra que se abrió esta semana a público. Es una frase que contiene un texto que los responsables de la exposición llaman el “manifiesto de Philippi”.
En él, el científico se explaya sobre el profundo amor que siente por las ciencias naturales. “Philippi fue pionero en la observación del cambio climático. En el archivo podemos encontrar diversos escritos del naturalista realizados en el siglo XIX donde menciona fenómenos que hoy asociamos al cambio climático, y en los que se evidencia su preocupación por el estudio y cuidado de la naturaleza”, comenta Casanova.
Destaca también otras facetas del científico, como su espíritu aventurero. En sus excursiones, como la del desierto de Atacama, atravesó montañas y se internó en el desierto, subido sobre una mula y acompañado por personas de la zona que lo llevaban a lugares poco explorados. Pero también cumplió un rol institucional y hay cartas que evidencian que durante años estuvo abogando por la importancia de construir un museo de historia natural, demostrando gran manejo político.
Rudolf Amandus Philippi tuvo 13 hijos, varios de los cuales no lo sobrevivieron porque el naturalista fue longevo para su época y murió a los 96 años. “Cuando hay familias tan grandes y con varias generaciones de por medio, es habitual que mucha documentación se pierda. Bruno Philippi hizo un gran trabajo de rescate y recopilación y decidió donar una parte a la Universidad Austral y otra a la Liga Chileno-Alemana”, cuenta Daniela.
Una sección de la exposición exhibe las cartas que intercambió Rudolf a lo largo de su vida con importantes científicos y naturalistas contemporáneos como Von Humboldt, Gay, Darwin y Domeyko. “En varias misivas se comentan hallazgos y también le escriben mucho a él para preguntarle por alguna especie. La carta de Humboldt está en francés y es una recomendación a Philippi cuando éste viene a instalarse a Chile, en ella acredita que se trata de una persona relevante para el mundo científico. También hay cartas de felicitaciones por algún nombramiento o contando sobre alguna investigación y se demuestra que se iban validando entre ellos los descubrimientos. Es bien interesante apreciar cómo era la dinámica científica en ese momento”, describe la directora del archivo.
Agrega que la correspondencia estaba en alemán, inglés español, francés, portugués y latín. Algunas de ellas incluso están escritas en un alemán antiguo, prácticamente en desuso, y para poder traducirlas recurrieron a la ayuda de adultos mayores que viven en la residencia Las Hualtatas o Heim Manquehue.
Por temas de espacio y de curaduría hay mucho material que debieron dejar afuera para priorizar algunas piezas, pero que completan un archivo de inmenso valor científico, histórico y patrimonial.
La exhibición está pensada desde la museografía para la itinerancia, con materiales livianos y fáciles de transportar. La ruta aún no está definida, pero hay conversaciones con el archivo de la Usach, donde mandaron a digitalizar los documentos, y con la Universidad Austral de Valdivia, adelanta Daniela.
Rudolph Philippi: Nada más sublime que el estudio de la naturaleza
Abierta hasta el 28 de septiembre.
Archivo Histórico Emilio Held Winkler en la Liga Chileno-Alemana
(Deutsch-Chilenischer Bund, DCB). Av. Vitacura 5875. Entrada liberada.
@archivoemilioheldwinkler
Visitas guiadas: sábados 24 de agosto y 28 de septiembre de 2024 y todos los
martes (en español) y jueves (español y/o alemán) a las 11:00 horas.
De martes a jueves de 9:00 a 16:30 horas.
Extensión horaria: 8 de agosto y 5 de septiembre hasta las 20:00 horas.